El 2000 se está convirtiendo en un año dorado
para el actor más querido del Reino Unido. No hace mucho
la reina Isabel II le nombró caballero, distinción muy
apreciada en Gran Bretaña. Poco después, recibió el
Oscar al mejor actor de reparto por su papel en Las
normas de la casa de la sidra; y en los últimos días
ha sido protagonista de dos acontecimientos muy distintos,
pero igualmente gratificantes. Uno de ellos, la boda
de su hija Natasha con el empresario londinense Tim
Scott; el otro, más cercano a su vida profesional, la
concesión del Premio Donostia en la 48 edición del Festival
de Cine de San Sebastián. “Estoy muy orgulloso de mi
hija y de todo lo que ha hecho en su vida” Feliz y orgulloso,
el actor británico llevó a su hija Natasha al altar,
en donde esperaba Tim Scott, un joven empresario londinense.
Natasha, la única hija de Caine y su esposa, Shakira,
lucía un elegante traje de novia. “Fue un momento mágico
verla avanzar hasta el altar con su padre -dijo orgullosa
Shakira-. Fue una imagen de completa felicidad que permanecerá
como un recuerdo perdurable de ese día. Natasha apareció
desenvuelta y con mucho aplomo, muy hermosa y segura
de sí misma. Hizo que literalmente se me cortara el
aliento”. El padre, que dijo unas palabras en la celebración,
afirmó: “Estoy muy orgulloso de mi hija y de todo lo
que ha hecho en su vida. Es muy organizada y muy inteligente”.
Entre los invitados se encontraban famosos actores como
Roger Moore, que acudió con su novia, Christine Tholstrup,
Jason Connery y Nanette Newman. También asistió el cantante
Errol Brown y los directores de cine Michael Winner
y Bryan Forbes.
|